La Agencia Tributaria sella en 2021 una recaudación récord de 223.382 millones, un 15% más, pese a que la tasa Google solo logra el 17% de su objetivo y la Tobin el 34%.

La recaudación tributaria, así como los datos de empleo, reflejan mejor el vigor de la recuperación económica tras la crisis del Covid que la evolución del PIB. Así vino a defenderlo ayer la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, al anunciar anticipadamente en rueda de prensa que los ingresos de 2021 crecieron un 15,1% interanual, hasta la cota récord de los 223.382 millones de euros, pese a los rigores de la pandemia.

«La recaudación tributaria está expresando la buena evolución tanto de la economía como de la creación de empleo. Si aumenta el empleo, se incrementa la masa salarial y la recaudación de IRPF. Igual pasa con el consumo y el IVA», o en Sociedades al crecer las ganancias empresariales, sostuvo, defendiendo que el incremento de la recaudación se logra sin subir impuestos. De hecho, la ministra recordó que en 2020 el Gobierno impulsó rebajas fiscales por 2.392 millones de euros, fundamentalmente dirigidas a rebajar el gravamen sobre productos sanitarios como las mascarillas o para rebajar la factura energética.

Así, expuso, pese a que el Presupuesto de 2020 incorporaba un puñado de subidas tributarias, este alza se limitó a 1.462 millones, lo que arroja como resultado neto una rebaja fiscal de 930 millones. En este punto, Montero acusó al PP de «mentir cuando habla de infierno fiscal».

Lo cierto, sin embargo, es que el mérito de esta rebaja neta radica en el fracaso de las novedades fiscales impulsadas el pasado año. Así, detalla Hacienda, la limitación al 95% de la exención sobre dividendos empresariales solo obtuvo 79 de los 473 millones proyectados (16,7% del total); la tasa Google solo recaudó 166 de los 968 millones previstos (17,1%); la tasa Tobin captó 296 de 850 millones (34,8%); la subida de IRPF desde 300.000 euros ingresó 131 de los 144 millones esperados; la de las bebidas azucaradas, 314 de los 340 millones proyectados (92%); y solo el alza en las primas de seguros superó las expectativas y recaudó 476 millones, en lugar de los 455 fijados.

De hecho, si estos tributos hubieran cubierto las expectativas de Hacienda, el saldo frente a las rebajas aprobadas sería el de una subida impositiva de 838 millones.

En el detalle por impuestos, la ministra destacó que la recaudación por IRPF aumentó un 7,5% en 2021 hasta alcanzar 94.546 millones, superando la previsión presupuestaria. «Si el empleo va bien y los salarios suben esta recaudación se ve aumentada», defendió, desligando la mejora de los ingresos de la inflación. De hecho, Montero rehusó pronunciarse sobre la necesidad de actualizar la tarifa del IRPF con el IPC, limitándose a aseverar que el fenómeno es temporal y ligado a la energía.

Sociedades, por su parte, deja un 68% más de ingresos que en 2020, hasta los 26.628 millones. «Esta subida se explica prácticamente en su totalidad por la mejora de los beneficios empresariales», que crecen un 74%, explicó.

Del lado del IVA, el incremento de la recaudación fue del 14,5% interanual, y un 1,3% superior al de 2019, sumando 72.493 millones. Hacienda subraya aquí que los datos son buenos tanto entre grandes como entre pequeñas y medianas empresas. «Estas cifras demuestran que España ha recuperado el nivel de actividad prepandemia», celebró Montero, reconociendo, eso sí, disparidad por sectores. Finalmente, los Impuestos Especiales suben un 5%, hasta los 19.729 millones (lo que Montero achaca a la rebaja fiscal de la energía).

La ministra sostuvo que las cifras permitirán una relevante reducción del déficit (que saltó del 2,8% al 11% en 2020) y sitúan a España en «un círculo virtuoso que todo indica que continuará en 2022». Un año en el que Montero se ha propuesto diseñar una reforma tributaria integral a partir de la propuesta que el comité de expertos que ha creado debe entregarle en febrero y sobre el que la ministra negó ningún tipo de injerencia desde su departamento.

Fuente: Expansión.com