Cuenta atrás para cazar el mejor premio para su plan de pensiones. El patrimonio de los planes de pensiones se redujo en 389 millones en noviembre. 

En plena campaña comercial de bonificaciones, el ahorro cae por la rebaja de 8.000 a 1.500 euros del tope que se puede deducir en el IRPF por ahorrar en estos productos.

Las aportaciones de los particulares a planes de pensiones se desplomaron un 54% en noviembre pasado por la nueva fiscalidad de este ahorro.

Estos ingresos se colocaron en 224 millones de euros frente a los 490 millones de euros del mismo mes de 2020, según los datos de Inverco.

Esta evolución tiene su origen en la bajada de 8.000 a 2.000 euros de la aportación máxima que se puede hacer, y deducir en la base imponible del IRPF, este año a un plan de pensiones individual. Este tope desciende aún más y se situará en 1.500 euros en 2022.

La caída de las aportaciones en noviembre es la mayor del año, seguida de un recorte del 35% en octubre, cuando estas entrada fueron de 179 millones de euros.

En estos meses los partícipes comienzan, o comenzaban, a hacer sus suscripciones extraordinarias con el objetivo, en la mayoría de los casos, de optimizar sus cuentas con Hacienda. Es el momento elegido también por las gestoras y distribuidoras de planes de particulares para inundar el mercado con ofertas de bonificaciones que premian los traspasos de estos productos. Este año se ofrecen incentivos de hasta el 6% por las movilizaciones de mayor importe.

Diciembre

El recorte de incentivos fiscales aplicado este año, estas aportaciones extraordinarias han disminuido drásticamente, una situación que se constatará muy probablemente en diciembre con más contundencia.

Entre enero y noviembre, las suscripciones se han recortado el 28%, con aportaciones acumuladas de 1.975 millones de euros en 2021, frente a 2.748 millones del mismo periodo del ejercicio precedente. Inverco prevé una caída del 30% para el ejercicio completo.

El descenso entre enero y noviembre coloca las entradas de ahorro nuevo en planes de pensiones por debajo de la cifra de prestaciones de salida, destinadas principalmente a pagar las pensiones de los ya jubilados que suman 2.289 millones de euros en los once primeros meses del año.

El resultado es que el ahorro neto canalizado hacia los planes de pensiones de particulares se salda con una cifra negativa de 314 millones de euros, frente a una positiva de 395 millones en 2020.

La combinación de aportaciones y prestaciones compromete la evolución de los planes de pensiones de particulares, que liga el crecimiento de su patrimonio a la rentabilidad que estos productos obtengan en la inversión de sus activos.

En los doce últimos meses, los fondos de pensiones individuales han sumado 7.336 millones de euros, gracias principalmente a una rentabilidad media del 7,9%. Su ahorro se situaba en 87.587 millones de euros al cierre de noviembre pasado, según los datos de Inverco.

Dónde invierten

Los planes de pensiones, incluidos los asociados y los colectivos, han bajado este año por primera vez el peso de su inversión en activos españoles por debajo de la cota del 50%. Su cartera interior pesaba un 49,1% sobre el total al cierre de septiembre pasado. Este porcentaje era del 51,4% a finales de 2020 y del 54% en 2017, según los datos de Inverco.

La cartera exterior acaparaba el 36,1% del total en septiembre, frente al 34,2% del cierre de 2020.

La renta variable no española es la modalidad de activo que más peso ha ganado de manera individual, al pasar del 23,9% en diciembre de 2020 al 25,8%.

La caída de las aportaciones es la consecuencia de la estrategia del Gobierno que ha decidido recortar incentivos fiscales a los planes de pensiones de particulares para cedérselos a los promovidos por las empresas para sus trabajadores. El nuevo tope para estas aportaciones de las empresas a sus empleados es de 8.500 euros, en 2022.

Los trabajadores autónomos podrán también adscribirse a los nuevos planes de promoción pública y deducirse en su declaración de la renta hasta un límite de 4.250 euros, la mitad que los asalariados. Esto, unido a los 1.500 euros de bonificación por los planes individuales, eleva el límite conjunto a 5.750 euros anuales.

Si se cumple el calendario del Ejecutivo, antes de final de año el Consejo de Ministros aprobará el texto normativo que recoge estas nuevas reglas del juego y en breve iniciará su tramitación parlamentaria.

Las gestoras y comercializadoras de estos productos tratarán de suavizar el contenido de la futura ley que, entre otras cosas, fija comisiones muy bajas, en torno al 0,3%, para los nuevos planes de pensiones de promoción pública.

Clave

La clave de esta iniciativa queda fuera del ámbito del Gobierno y las gestoras, ya que serán los agentes sociales, patronal y sindicatos, los que deberán abordar en la negociación colectiva la inclusión de las aportaciones de las empresas a los nuevos planes de pensiones. No hay que olvidar que estas aportaciones son en realidad salario diferido.

Si ambas partes no logran acuerdos en esta dirección, el proyecto quedará muy comprometido al no contar con financiación que permite formar futuras pensiones que complementes a la que los trabajadores recibirán de la Seguridad Social.

Fuente: Expansión.com